Los lunes ya no serán iguales. Volverán a ser los odiosos lunes de cada semana porque sí, Juego de tronos ha terminado y nos ha dejado con ganas de más.
La semana pasada HBO emitió el último capítulo de la séptima temporada de “Juego de Tronos”, “El dragón y el lobo”. Fue el más intenso de esta penúltima manga de episodios, a falta de los seis de la octava y última temporada en la que por fin se desvelará quien ocupará el Trono de Hierro, si es que sigue existiendo.
Los guionistas de la serie han dejado reposar a la máquina teletransportadora que durante esta temporada ha trasladado miles de kilómetros arriba y abajo a los protagonistas, sin tiempo para elaborar, explicar o complementar con subtramas la acción trepidante de una serie obligada a liquidar en los 13 capítulos de esta temporada y la siguiente. Éste sería el contenido de las 1.500 páginas que aún pueden sumar los dos libros que el creador de la “Canción de fuego y hielo, Georege R.R.Martin, aún no ha publicado. Ellos han preferido combinar dragones y terapia familiar.
Un resumen muy rápido de lo que vimos en el último capítulo y como quedó la cosa:
1. Cersei se confirma como mala, malísima
¡Ha estado a punto de mandar a ejecutar a su propio hermano/amante! Lo de Cersei no tiene fin. Dice que va a ayudar a Dany y Jon a matar a un ejército de cientos de miles de muertos vivientes y al final resulta que es mentira. Ella quiere atrincherarse en Desembarco del Rey y esperar a dar a luz a su hijo, al heredero del Trono de Hierro. Sin duda el personaje más malévolo y también el más interesante.
2. El AVE de Poniente va como un tiro
Es algo que se ha puesto de manifiesto durante estos siete capítulos pero que en este último se ha acrecentado. Respecto a la lentitud de las demás temporadas, esta ha llevado un ritmo frenético y parecía que los personajes tomaban un AVE para moverse por todo Poniente. De Desembarco del Rey a Rocadragón en medio capítulo, de Rocadragón al Muro de una escena a otra y mientras los Caminantes Blancos a su ritmo, despacio pero sin pararse. Algún inconveniente tendría que tener estar muerto, lo de la lentitud y que no puedes comprar billetes para la Renfe, claro.
3. Sin Tyrion todos estaríamos perdidos
Tyrion es la voz de la razón entre tanto rey con ganas de tocar poder. El borrachín y pendenciero enano es uno de los personajes más inteligentes de la saga ‘Canción de Hielo y Fuego’ y eso es algo que Peter Dinklage se ha encargado de demostrar también en la serie. Si no llega a ser por sus consejos Dany -que tiene un ápice de locura al estilo de Aerys ‘El Loco’- ya habría quemado Desembarco del Rey y hasta habría traspasado la pantalla de nuestra televisión para reducirnos a cenizas. Gracias, Tyrion.
4. Jon no es un bastardo
Pues resulta que al final no. Y es que Rhaegar Targaryen deshizo su matrimonio con Ellia Martell y se casó en secreto con Lyanna Stark, así que el muchacho que tuvieron el príncipe dragón y la princesa lobo no es ilegítimo. Esto ni el mismo Bran lo sabía, que va de listo y ha tenido que venir Samwell Tarly a decirle al Cuervo de Tres Ojos cómo completar el puzzle. Por supuesto, Sam vino en AVE, el transporte más seguro y rápido de todo Poniente.
5. Jonerys, la peor historia de amor de la ficción
Jon es aburrido. Como personaje lo es, sobre todo si has leído los libros. Y Daenerys mola algo más en la serie, sobre todo porque Emilia Clarke ha aprendido a actuar decentemente según han ido pasando las temporadas. Pero su historia de amor no se sostiene. Dos miradas más o menos cómplices, la escenita esa del dragón hace tres capítulos y ¡hala, a encamarse! No emociona, lo siento. Y además, tras lo explicado en el anterior punto, han cometido incesto con efecto retroactivo. Es evidente que esta relación no empieza bien y tampoco puede acabar con final feliz.
6. El Muro ha caído
Si cayó el de Berlín el del Norte también podía hacerlo y el dragón zombie de El Rey de la Noche ha derribado el muro como quien come palomitas en el cine. Beric Dondarrion lo tiene chungo para sobrevivir sin la ayuda de Thoros de Myr y tampoco parece que Tormund Matagigantes pueda completar su historia de amor con Brienne -esta sí que vale la pena y no Jonerys- así que los muertos vivientes van a campar a sus anchas por el Muro y todo por culpa de Bran, claro, que rompió el hechizo mágico. ¡Qué personaje más inútil!
7. Meñique ha acabado como los malos de las telenovelas
Uno de los personajes más peligrosos, astutos e inteligentes de todo el universo de George R.R. Martin ha abandonado la serie tras ser ejecutado por Arya Stark. Petyr Baelish, que en los libros es un estratega, se fue diluyendo según pasaban las temporadas y tan solo se dedicaba en los últimos episodios a poner cara de malo de telenovela venezolana y a conspirar de tapadilla con esa voz tan intensa que pone Aidan Gillen. Muerte necesaria.
Para finalizar os dejamos con un pequeño making off del último capítulo:
Un saludo
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